Borgoña

Junto con Burdeos, es de las regiones vinícolas más famosas del mundo, situada al este de Francia, entre Auxerre y Lyon. Tiene una extensión de 32.000 hectáreas y una producción de aproximadamente 100 millones de litros, de los cuales el 80% es tinto. El viñedo borgoñés está muy repartido en minifundios, existiendo muy pocos con más de 100 hectáreas de extensión.

En la Borgoña se utilizan muy pocas variedades para el tinto: Pinot Noir, Gamay y Pinot Gris. Para el blanco, Chardonnay, Aligoté y Pinot Blanc. El tiempo de permanencia en barrica suele ser de 18 a 24 meses.

Los vinos en la Borgoña se clasifican en cuatro categorías: Primero, y el mas genérico, es la denominación de Borgoña (Bourgogne). Por encima están las denominaciones «Villages» («pueblos»), donde el nombre del municipio figura en la etiqueta (ej. Nuits-St.Georges). Después vienen los primeros viñedos, figurando en la etiqueta el nombre del municipio acompañado del nombre del viñedo (ej. Nuits-St.Georges-Les Porrets). Por fin, para los grandes caldos, sólo el nombre del viñedo (ej. Montrachet).

Las zonas principales son:

Chablis: Cerca de la ciudad de Auxerre. Produce medio millón de litros de vino blanco, siendo posiblemente el mejor vino del mundo elaborado con uva Chardonnay exclusivamente. Poseen en Chablis 7 grands crus solamente. Hay otra segunda categoría, muy parecida en calidad a la anterior pero más numerosa: Chablis Premier Cru. Por fin el Chablis propiamente dicho, y como última categoría, los Petit Chablis. Los vinos que producen en la misma región pero con variedades Aligoté o Sauvignon Blanc, tienen la denominación Saint Boris, Irancy o Coulanges. Los grandes vinos de «Chablis Grand Cru» y «Premier Cru» deben consumirse entre 5 y 8 años después de su cosecha.

Côte d´Or: Cubre 50 km de Dijon a Chagny. Produce vinos tintos y blancos. Engloba 24 municipios sobre unas 6.000 hectáreas, y se divide en dos zonas: – Región de Cote de Beaune: Allí el suelo es distinto, muy variado, y tiene tierras arcillosas y calcáreas, teñidas de sales ferruginosas, de margas calizas y margas claras. A pesar de producir grandes tintos, como Volnay, Pommard, Beaune,etc. También produce los mejores blancos de la Borgoña; son los Montrachet, Mersault y Corton- Charlemagne, este último en memoria de Carlomagno, que poseía una viña en Corton. – Region de Cote de Nuits: Es la zona de los grandes tintos elaborados con Pinot Noir, en ricos suelos margosos moderados por componentes calizos, aunque también se elaboran blancos de Chardonnay y Pinot Blanc. Las principales denominaciones son Gevrey-Chambertin, Morey-St.Denis, Vougeot, Vosne-Romanée y Nuits-St.Georges.

Fuera ya de la Cote d’Or, más al sur , se encuentran la región de Mercurey y la Cote Chalonnaise: Los viñedos de Mercurey y de Givry se sitúan entre Cote d’Or y le Maconnais, produciendo unos tintos de gran cuerpo y con mucho aroma. Al mismo tiempo que los viñedos de Rully y Montagny, producen vinos blancos ligeros. Región de Maconnais: Esta subzona es productora de grandes blancos, siendo el más famoso el Pouilly-Fuissé, un vino también basado en la variedad Chardonnay, pero más ligero y más duro que el Chablis, y que debe consumirse joven, aunque su vigor no disminuye con un reposo de 3 ó 4 años. Otros vinos son el Pouilly, el Pouilly Loché o el Pouilly Vinzelles.

Región de Beaujolais: Esta es la región más grande de la Borgoña, cubre unas 20.000 hectáreas y produce una media de 900.000 hectolitros al año. Es un vino que se debe beber joven, por lo cual se inicia la comercialización el tercer jueves de noviembre, al grito de ¡El Beaujolais nuevo ha llegado! La región se devide en dos zonas: Beaujolais norte o alto, que es el mejor, y Beaujolais sur o bajo. También existe el Beaujolais Villages, vino de la zona que ostenta el nombre de un municipio.