Burdeos
El nombre Burdeos viene de «au bord de l’eau » (al borde del agua). Es éste un enorme viñedo, con 115.000 hectáreas y una producción de 500 millones de botellas. Se comprende que, en una región tan extensa, se pueda ofrecer una gran variedad de vinos.
Las variedades de uva autorizadas son, en tintos: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Malbec, Carménere y Petit Verdot, y en las blancas: Sémillon, Sauvignon Blanc, Merlot Blanc y Muscadelle.
La Denominación de Origen garantiza la calidad y autenticidad de los vinos finos. Para tener el derecho a ello, los vinos deben provenir de uvas recolectadas en las zonas precisas de producción, y pasar un examen denominado «l’agréement» (el acuerdo).
Los vinos tintos de Burdeos se clasifican en una compleja escala según cada zona, y dentro de ellas de la calificación de sus viñedos o pagos.
Bordeaux y Bordeaux Superieur: Vinos que provienen de toda «la Gironde» con exclusión de las zonas forestales y tierras fluviales de las riberas de los ríos, y que no pueden estar clasificados en una categoría superior.
Médoc: Se trata de una estrecha franja de tierra que se extiende a lo largo de la orilla izquierda del Gironde (desembocadura del Garonne), a lo largo de unos 100km. Sus denominaciones son las principales en Burdeos: Médoc, Haut-Médoc, Saint-Estephe, Pauillac, Saint-Julien, Moulis,Listrac, Margaux y Graves.
Sus superficies están limitadas a las extensiones de cada municipio. Sus terrenos se componen principalmente de piedras arrastradas, en forma de arcilla, de caliza y de arena.
Los Crus: Dentro de estos mismos municipios existen algunos vinos que provienen exclusivamente de un solo «cru» (viñedo o «chateau») que posee una personalidad adquirida por sus tierras. La primera calificación de «crus» se realizó en 1855, a petición de la Cámara de Comercio de Burdeos, y en ella se tuvo en cuenta la notoriedad de los «châteaux», la de sus propietarios,y el precio de las viñas en ese momento. Con posteriodad, en 1932 y en 1973, se actualizó la clasificación, reconociéndose entonces los llamados «Crus Burgeois».
Graves: Esta zona que prolonga el Médoc, ocupa el territorio de 43 municipios. En ella se encuentran varios «chateaux» calificados dentro de los grandes «crus», aunque sólo Haut Brion es «Grand Cru Classé.
Sauternes: Sin lugar a dudas, los vinos blancos de Sauternes son no sólo los más apreciados de este región bordelesa, sino también los vinos melosos más famosos del mundo. Las uvas Semillon, Sauvignon Blanc y Muscadelle crecen en el suelo arcilloso de Graves.
Gracias al microclima local las uvas son atacadas por un hongo parásito, «botritys cinerea», que pudre las uvas produciendo la llamada «podredumbre noble». Este hongo absorbque parecen desecados durante la vendimia. En esta región, los granos de las uvas se vendimian individualmente, no racimo a racimo, constituyendo un trabajo ímprobo. Estas uvas desecadas y llevadas a una maduración muy avanzada, pueden conseguir entre 13° y 16°, en los cuales el alcohol y el licor procedentes del azúcar residual se equilibran maravillosamente.
También en 1855 se realizó la clasificación de Sauternes, resultando un Premier Cru superieur, Chateau d’Yquem, con 11 premiers crus, y 15 deuxiemes crus. Burdeos produce también vinos blancos secos, siendo los de Graves los mejores, y tras ellos los de » Entre Deux Mers» y los de «Cotes de Blaye».
Saint-Emilion: En esta zona sólo se produce vino tinto. El suelo es variable entre arcilloso-calizo-silíceo o arcilloso-silíceo. La extensión está delimitada al municipio de Saint Emilion y ocho más a su alrededor. La clasificación de los vinos de Saint Emilion y ocho más a su alrededor. La clasificación de los vinos de Saint Emilion se realizó por decreto en enero de 1984, confirmada en mayo de 1986, siendo 9 châteaux premiers grands crus classés, 71 grands crus classés, mientras todos los demás, o son «grand crus» por venir de un «château» concreto, o bien Saint Emilion genérico.
Pomerol: Pequeño viñedo situado al norte de Saint Emilion. Sólo produce vinos tintos y son vinos fuertes, aterciopelados, de sabor muy personal y que envejecen con elegancia. Sson una perfecta transición entre los Médoc, de los cuales tienen su finura, y los Saint Emilion, de los que toman su personalidad.